Las termitas son fuente de inspiración para los edificios del futuro

Un equipo de investigadores de varias universidades de Suecia y Reino Unido concluyen en que el diseño de los montículos podría ser la inspiración de los edificios del futuro, teniendo importantes aplicaciones en la arquitectura. De ello, hablamos hoy en el blog.

Las termitas son insectos que se organizan en colonias y que poseen un gran ingenio a la hora de construir montículos. Este tipo de construcción es muy resistente y permite que viento penetre en su interior, a través de su compleja estructura, lo que hace que las termitas sobrevivan. Es un gran ejemplo de una arquitectura sostenible y muy eficiente energéticamente.

Por ello, los investigadores de este estudio han trabajado con termitas de la especie Macrotermes michaelseni. Esta especie posee colonias con más de un millón de individuos. La edificación está pensada al milímetro para aprovechar todo lo posible el entorno que les rodea creciendo hacia el norte cuando hay lluvia y bloqueando los túneles interiores para conseguir los niveles de temperatura y humedad óptimos.

Los especialistas llevaron a cabo una simulación del viento utilizando un altavoz para estimular las oscilaciones de una mezcla de aire y dióxido de carbono a través de una porción de un complejo de termitas recolectado de su entorno natural. En su investigación, observaron que el flujo de aire se intensificaba en rangos de frecuencia que oscilaban entre 30 Hz y 40 Hz, mostraba un nivel moderado en el intervalo de 10 Hz a 20 Hz y, al menos, una presencia en frecuencias que variaban entre 50 Hz y 120 Hz. Estos resultados indican que los túneles interactúan con la corriente de aire que atraviesa el montículo de termitas, lo que potencia la transferencia de masa de aire para propósitos de ventilación.

¿Cómo se puede aplicar a los edificios del futuro?

Los investigadores del estudio consideran que este ejemplo de construcción natural puede servir para los edificios, construyendo pequeños pasajes de aire en el interior.

“Imaginamos que los muros de construcción en el futuro, hechos con tecnologías emergentes como impresoras de cama de polvo, contendrán redes similares al complejo de salida. Estos permitirán mover el aire a través de sensores y actuadores integrados que solo requieren pequeñas cantidades de energía. La impresión 3D a escala de construcción solo será posible cuando podamos diseñar estructuras tan complejas como en la naturaleza. Estamos al borde de la transición hacia una construcción similar a la naturaleza: por primera vez, puede ser posible diseñar un edificio que realmente viva y respire”, concluyen. 

Fuente: MuyInteresante.es

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